Sobre este individuo también se alega el estar en una relación sentimental o hablando con una controvercial fémina que pronto tiraremos al medio.
En la mañana del 23 de enero de 2013, Juan Rodríguez Pagán, alias Maná, de 20 años en ese entonces, fue sentenciado a 137 años de cárcel por la muerte de Juan Ramón Soto Crespo, alias Monchichi, otro residente del residencial Luis Lloréns Torres.
El pasado 13 de enero, Arias Maldonado encontró culpable al hombre de un cargo de asesinato y dos violaciones a la Ley de Armas.
La fiscal Sonia Otero explicó que impuso una sentencia de 99 años por el cargo de asesinato, 24 años por el cargo de portar un arma de fuego sin licencia y 14 por apuntar y disparar el arma.
El primer testigo que el ministerio público sentó a declarar, Julio Ángel Narváez Román, relató que la tarde del 27 de diciembre del 2008 observó cuando Maná, en compañía de Víctor Pagán Serrano, alias Palo, disparó contra Monchichi frente a un edificio del residencial público.
En ese momento, según este, existía una guerra entre los residentes de los 20, grupo al que Narváez Román pertenecía junto a Maná y a Palo, y los residentes de la calle 4, grupo del que formaba parte Monchichi “quien brincaba a los 20 a tirotear”.
Otero también sentó como testigo a Palo, el otro coacusado en este caso, quien tras un acuerdo se convirtió en testigo del ministerio público.
Maná fue ingresado en la cárcel de Bayamón tras no pagar la fianza de $3 millones que se le impuso por este caso.
Las autoridades vinculan a Maná con múltiples asesinatos en el área de Lloréns Torres.
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